Esta reflexión personal, aun cuando se aleja diametralmente del comentario que quería esbozar acerca de este encuentro, ha sido necesaria para sentar posición sobre lo que asumo debe ser la tarea medular de un lingüista (perfectamente sé que las críticas pueden darse, pero eso es sinónimo de que la pluralidad existe). No pude estar el día jueves, de manera que no comentaré nada acerca de las ponencias que se desarrollaron ese día. Me hubiese gustado escuchar la investigación sobre ciertos aspectos de la derivación en quechua ayacuchano, sobre todo porque es un tema que me tiene entrampado hace algunos años y quería ver el aporte del ponente. Ahora, respecto del viernes, tuve el grato placer de compartir la mesa con Frank Domínguez Chenguayén, acucioso alumno que presentó un panorama exhaustivo acerca de las diversas propuestas que ha generado la indagación fonológica enmarcada en la TO (Teoría de Optimalidad). La ponencia empezó con una muestra de la variación dialectal del japonés. Esta fue explicada a través de diversos modelos. Según Frank: «En la fonología generativa clásica, el camino que iba desde una forma input hasta una forma output estaba jalonado (=marcado) por una serie de pasos intermedios. Para acceder a las formas de los segmentos se evalúan una serie de juicios de análisis en disposición regular o no de aparición de los segmentos de una lengua dada, por ejemplo: (a) distribución complementaria, (b) contraste, (c) neutralización y (d) fluctuación de fonemas. Así tendríamos (a) una relación de alofonía, (b) una relación distintiva análoga o por par mínimo. Las relaciones (c) y (d) difieren en la regularidad de distribución. El corazón del problema reside en que existe otro tipo de relación de los segmentos que produce una variación. Dicha variación no está, regularmente, sujeta a los parámetros normales de variación lingüística, sean geográficos o socioculturales, contextuales o situacionales. Esta tipo de relación llamada (e) variación libre siembra un efecto colateral en las teorías lingüísticas y un reto póstumo en la línea de la teoría fonológica generativa. Los objetivos que cumpla una teoría que dé cuenta de los hechos de (e) debe tener presente (primero) un lugar de residencia, (segundo) un mecanismo generador, (tercero) un sistema discriminador y, finalmente, la capacidad para albergar a nivel superficial una o más de dos formas aceptadamente gramaticales. La idea que subyace a todo lo anterior es, muy seguramente, la Teoría de la Optimalidad, pero ¿cómo una teoría como la anterior es capaz de modelar en la producción lingüística dos o, incluso, más formas gramaticales al tiempo, si por definición una forma gramatical (=un output y solo uno) es el desenlace de una resolución de conflictos?
De la conclusión, se espera obtener que una teoría ad hocsea capaz de resolver (1) aquel reto póstumo, (2) las limitaciones que se le imponen muy objetivamente y, finalmente, (3) la definición de la relación dual, coexistencial y anárquica. De otro modo, estos problemas no presentan una explicación formal en dialectología, sociolingüística y, de hecho, en lingüística propiamente».
Respecto del tema que expuse, simplemente manifestaré que abordé el fenómeno de disimilación en un dialecto quechua (específicamente la variedad de Aurahuá), el cual está condicionado morfológicamente. Más adelante presentaré un post sobre esta investigación, la cual aparecerá muy pronto en una revista académica de la Facultad de Letras. Dejo algunas imágenes de las ponencias reseñadas.
Hubo una mesa de conferencias más al final, una de las cuales trató del manido tema de los roles temáticos. No entendí el aporte personal del ponente, ya que se trataba de un encuentro de investigadores y no de divulgadores de lo que han planteado en la Teoría de Principios y Parámetros; es oportuno señalar que tampoco entendí qué relevancia tienen los roles cuando lo «más importante», según Zapata, es saturar el grid teta. Mi lectura acerca de los roles temáticos es que han sido planteados a partir del conocimiento de la realidad (la cual no es gramatical) y la evidente paradoja o inconsistencia aparece cuando nos enfrentamos a otras lenguas. Finalmente, la mesa de ponencias se cerró con una disertación acerca del aporte de Martinet en la Lingüística a partir de su teoría de la pertinencia, la cual parece ser el germen de los estudios actuales en pragmática.
Pienso que esta iniciativa propiciada por el Dr. Jorge Valenzuela debe repetirse el próximo año con la finalidad de que los alumnos, cuyas indagaciones se mantienen en el anonimato, puedan presentar resultados concretos (no meros ecos de propuestas). También podemos ver un post sobre el evento en el blog de Antonio Ramírez Victorio.
Reunión final (De derecha a izquierda: Manuel Conde, Raymundo Casas, Jorge Valenzuela, Antonio Ramírez y yo)
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