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miércoles, 7 de septiembre de 2011

El instinto del lenguaje


Sobre la base de la lectura de los tres primeros capítulos del texto, me permito plantear una serie de interrogantes que serán resueltas el día jueves 8. Tienen la total libertad de discutir alguna de las respuestas que se esgriman en el presente post, para ampliar algunas de las definiciones. El plazo se cierra a las 5 p. m.

1. La evidencia citada por Pinker respecto de Bickerton, ¿con cuál de los problemas chomskianos se engarza? ¿Cómo esta evidencia permitiría impugnar la propuesta del lenguaje como producto de la imitación?

2. ¿Qué evidencia empírica existe para validar la autonomía lingüística? Engarce su respuesta con la propuesta de Sapir-Whorf esbozada en el texto.

3. ¿Qué relación sustancial podemos asumir que existe entre el mentalés y la competencia lingüística? ¿Existe una relación de codeterminancia? Explique.

1 comentario:

  1. 1. La propuesta que Pinker cita de Bickerton nos habla sobre la transformación de una lengua macarrónica (pidgin) a una lengua criolla, dicha transformación ocurre cuando se exponen niños de 0 a 8 años a la lengua macarrónica para adaptarla como lengua materna. Esto podemos engarzarlo con uno de los famosos problemas de Chomsky: El Problema de Descartes. Como ya sabemos, este problema chomskiano nos habla acerca del aspecto creativo del uso del lenguaje; lo cual indica que podemos formular frases y oraciones que probablemente no hayan sido mencionadas con anterioridad. Y es la evidencia que nos trae Bickerton la cual nos permite impugnar la propuesta de un lenguaje meramente imitativo; pues si fuera del caso contrario, los niños que han sido expuestos a la lengua macarrónica no hubiesen agregado mayor complejidad gramatical a dicha lengua y se hubieran limitado a imitarla, y en conclusión a ello no podríamos hablar de una lengua criolla.
    2. Para evidenciar la autonomía del lenguaje tenemos innumerables casos que fueron estudiados por grandes psicolingüistas. Podemos tomar como referencia al caso de Denyse, quien padece el Síndrome de Williams, el cual es un tipo de retraso de mental que no permite que quienes lo padezcan puedan realizar tareas simples; sin embargo, eso no impide que personas como Denyse se puedan comunicar, es más, todo lo contrario, gustan de emplear palabras que normalmente la gente no emplea. Como Denyse podríamos seguir nombrando más casos, y no está de más mencionar que Edward Sapir y Benjamin Lee Whorf nos proponen que el pensamiento es independiente al lenguaje, con ello quiero decir que el pensamiento no moldea al lenguaje. Pues se nos presenta una misma realidad a todos, pero la clasificamos según las reglas implícitas del lenguaje de nuestra misma comunidad.
    3. Podemos basar una relación entre el “mentalés” y la “competencia lingüística” en la manera en que el mentalés busca exteriorizar los pensamientos en palabras habladas en un determinado idioma, y para que se de dicha exteriorización necesitamos obligatoriamente de la función de la competencia lingüística. Dado que es el último término lo que nos permite a cada uno de nosotros comunicarnos bajo una normativa preestablecida a lo largo de toda nuestra historia. Se podría decir que la competencia lingüística complemente al mentalés. En conclusión a ello podemos establecer una relación de codeterminancia.

    Mónica Andrea Daza Méndez
    E. A. P.: Bibliotecología y Ciencias de la Información
    Código: 11030391

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